Los proyectos inmobiliarios que esperan para salir a la cancha

El mercado inmobiliario, como el resto de la actividad económica, atraviesa momentos de incertidumbre que impactan automáticamente en las decisiones. Grandes emprendimientos de real estate esperan mejores condiciones para encender máquinas, pese a tener vía libre para avanzar. Por otro lado, una numerosa tanda de proyectos e inversiones privadas que estaban listas para salir del horno el año pasado siguen sin ver la luz en este 2024. Hay importantes desembolsos que quedaron en stand by y que aún deben recorrer el tortuoso camino legislativo en el Concejo de Rosario para ser aprobados. Corren el riesgo, incluso, de repetir experiencias del pasado, cuando los tiempos de la política corren detrás de la oportunidad de las inversiones (caso torres de Lattuca en el centro de Rosario). De todas maneras, vale destacar que durante 2023 la comisión de Planeamiento del Concejo aceleró el ritmo y logró aprobación exprés de grandes proyectos edilicios.

En el presente, importantes desarrollos comerciales entraron en pausa, como la ampliación del shopping de Fisherton, que busca duplicar los metros cuadrados existentes frente al Aeropuerto. También la reactivación del predio donde funcionó el complejo Village (hoy Cinépolis), que implica la construcción de un nuevo paseo comercial, edificios de vivienda y servicios. “Desensillar hasta que aclare”, parece ser el lema de muchos empresarios.

Los que están en carrera: ex arrocera

La desarrolladora Pilay impulsa un proyecto en la zona de las Tres Vías. La firma compró un terreno de grandes dimensiones (6.000 m2) en la esquina de Carballo y Estrada (donde estaba la cooperativa vitivinícola Fecovita) para levantar un complejo de viviendas, oficinas y comercios de tres bloques de distintas dimensiones y tipologías.

Proyectan un bloque de planta baja más 21 pisos sobre Estrada y luego dos bloques de PB más cuatro pisos sobre Carballo y sobre Don Orione, totalizando una construcción a edificar de 20 mil metros cuadrados.

La desarrolladora plantea levantar un edificio en forma de herradura, arrancando con la conformación del frente urbano sobre avenida Carballo, que presenta una primera articulación sobre la nueva calle Estrada y la de ésta con calle Don Orione. “La planta baja se funde con el primer nivel configurando un frente mayormente vidriado de seis metros de altura. Se destinará a actividades comerciales y/o gastronómicas y recreativas a escala de ciudad, reservándose el frente sobre calle Don Orione para comercios barriales y eventualmente espacios de coworking”, se describe en el expediente.

Como novedad, el complejo contará con una terraza verde y elementos recreativos de uso común. En tanto que las azoteas contarán con una importante superficie destinada a terraza verde en relación con el frente del edificio y se incorporarán espacios comunes de carácter recreativo y servicios sanitarios.

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