Se contraen las ventas dentro del Mercosur

Entre el 14 y 18 de diciembre, en la ciudad de Paraná, se llevará adelante la XLVII cumbre de jefes y jefas de estado del Mercosur en donde Argentina entregará la Presidencia Pro Témpore del bloque a Brasil. La ocasión no encuentra a la unión aduanera en su momento más sólido. El comercio intrazona ha perdido incidencia en forma progresiva en las exportaciones totales del bloque. En el año 2010 las exportaciones a los estados parte explicaban el 16% del total de las ventas externas del MCS. Esta cifra se reducirá al 13% al cierre del año 2014.

Según explicó Mauricio Claverí, coordinador de Comercio Exterior y Negociaciones Internacionales de abeceb.com, “el Mercosur desde su creación, se basa en la fuerte integración de Argentina y Brasil y fue concebido ante todo como una iniciativa comercial. Desde esta perspectiva, el actual estado de la relación bilateral y la contracción del intercambio intrazona impacta en los fundamentos originales del bloque. ”

Por el lado de las inversiones el panorama también es poco alentador. Los capitales brasileños que a principio de la década posicionaron al país vecino como uno de los principales inversores de Argentina, hoy se direccionan a destinos más dinámicos de la región como México, Colombia o Perú. En 2006, los desembolsos ascendían a 1.317 millones de dólares; en 2013 se reducían a 446 millones; y en el primer semestre de este año, alcanzaban los 64 millones, según un informe de abeceb.

Esto último se relaciona al cambio en la coyuntura argentina. Medidas como el cepo cambiario o las restricciones para importar desincentivan la llegada de inversiones. Un factor aún más importante es la pérdida de relevancia de Argentina en términos de su atractivo como mercado regional. Al momento de la creación del Mercosur, la economía argentina daba cuenta del 15% del producto de Latinoamérica, mientras que esta incidencia se redujo al 7,6% en 2013.

Se desprende entonces que el Mercosur y la profundización del proceso de integración hacia dentro del bloque y con el mundo enfrentan múltiples desafíos. En particular, en un espacio global que se encuentra en pleno cambio. Al respecto Claverí destacó además que “a nivel de política internacional, el escenario se altera con el aumento del protagonismo de los países asiáticos, por lo que la estrategia de integración debe contemplar un acercamiento del Mercosur con la Alianza del Pacífico”.

El reposicionamiento mundial en torno a los nuevos centros económicos es acompañado por una modificación en los procesos actuales de negociación de acuerdos en donde la integración física se vuelve más importante que la comercial. En otras palabras, “el futuro de la integración –subrayó- no estará dado por el volumen de los flujos comerciales o por el equilibrio transaccional, pero sí por la expansión del mercado intrazona y por el aumento de la productividad y la competitividad”.

“Frente a esta situación, Brasil y Uruguay ya han expresado su voluntad de rediscutir la inserción externa del Mercosur. Acompañar esta iniciativa será un desafío para Argentina, cuya macroeconomía le impide hoy flexibilizar varios de los instrumentos que generan inconvenientes a la hora de negociar acuerdos con nuevas regiones. Desde esta perspectiva, el futuro del Mercosur parece recaer en una rediscusión de la política externa argentina y, dada la actual coyuntura, es probable que dicha definición sea tarea del próximo gobierno”, finalizó.