Soja: tres puntos claves sin consenso sobre el nuevo precio de referencia

A partir de la semana que viene empieza a regir plenamente la obligatoriedad de registrar en Bolsa todas las operaciones de granos con entrega física (disponible, foward, canje, a fijar), y el sistema informático diseñado que empezó a probarse este mes (SIO Granos) funcionó bien. Pero en lo que no hay acuerdo es en tres puntos clave sobre la formación del precio de referencia oficial que el gobierno pidió que surja en base a la información que aportan esas registraciones.

Esta semana los sectores que integran la cadena cerealista volvieron a reunirse en Buenos Aires. Allí pasaron revista al funcionamiento de SIO Granos (que estiman que para marzo tendrá todas sus funciones disponibles) y siguieron, por ahora sin resultado favorable, intentando consensuar cómo será la metodología para definir precios de referencia para cada cultivo.

Dos son los puntos más conflictivos. El primero es si habrá un precio para soja fábrica y otro para soja cámara; es decir si habrá diferencia por calidad. Los compradores quieren marcar esa diferencia porque sostienen que se paga más por el grano de mejor calidad que se compra con destino de exportación frente al que viene más dañado que va para la molienda. Pero para los vendedores, la soja es una sola independientemente del destino que le quiera dar el comprador y marcar esa diferencia puede generar espacio para maniobras especulativas con los precios. Como antecedente, la Cámara Arbitral de Rosario (con más de 100 años fijando reglas de comercio) sólo fija valor de soja Cámara.

El segundo punto fuerte es si se incluyen los precios de los mercados de futuro con entrega efectiva de mercadería, que en la práctica opera como una suerte de disponible extendido. Para los vendedores, es acertado porque hacerlo en la Cámara Arbitral de Rosario le dio más representatividad a los valores de la Pizarra de lo que ocurría en la plaza, pero los compradores lo reciben con ceño fruncido porque sostienen que en la práctica lo que generó fue inflar, a veces artificialmente por maniobras especulativas con futuros, los precios de referencia.

Hay otro punto que tampoco se acordó, pero es más técnico y menos conflictivos, que es sobre la zonificación de Rosario a la hora de tomar los precios pagados (dividir o no en dos la zona: Rosario Norte, que va hasta Timbués, y Rosario Sur, que va hasta Villa), pero nadie va a rasgarse de las vestiduras por defender una u otra postura.

Según pudo saber punto biz, la clave para que haya un consenso pleno en estos tres puntos está en la postura que tomen SRA y CRA ya que Coninagro aparece más permeable a las propuestas de los exportadores y aceiteros. En tanto, los corredores ya avisaron que ellos propusieron que se utilicen los términos y que no haya diferencia de calidad en soja, pero que son los productores, como dueños de la mercadería, quienes deberán defender y militar que esos puntos se resuelvan favorablmente.

Además, también según pudo saber punto biz, si bien en los pasillos se charló sobre definir por votación estas diferencias, el tema no fue planteado formalmente. Es más, la postura que más corre es que si no se llegan a consensos, y como el gobierno apura para que se defina la metodología, presentarle al Ministerio de Agricultura las distintas propuestas para que defina.