• Dólar Banco Nación $894.00
  • Contado con liqui $1085.25
  • Dólar MEP $1034.04
  • Dólar Turista $1430.40
  • Dólar Libre $1055.00
  • Dólar Banco Nación $894.00
  • Contado con liqui $1085.25
  • Dólar MEP $1034.04
  • Dólar Turista $1430.40
  • Dólar Libre $1055.00

Política

Política provincial

Pullaro encendió los focos de la escena nacional

Mauro Aguilar

La figura del gobernador se eyectó por su protagonismo en materia de inseguridad y en torno al paquete fiscal. Un encuentro con Larreta y las expectativas de nuevos armados políticos.

Cincuenta días en la gobernación de Santa Fe fueron suficientes para que la sombra de Maximiliano Pullaro se proyecte a nivel nacional. Los últimos días subrayaron esa tendencia.

No han sido, en general, circunstancias gratas las que lo permitieron, aunque el radical supo aprovechar distintas aristas para instalar su figura en alguna de las marquesinas más rutilantes. Nunca se sabe lo que deparará el futuro, que en Argentina se mide por microsegundos. 

Un tema recurrente que lo coloca en agenda, desde el comienzo mismo de la gestión, es el de la violencia y la inseguridad. Son dos tópicos que Rosario y las grandes urbes de la provincia sufren desde hace tiempo, pero con los que Pullaro ahora ha quedado en el medio por la recurrencia de amenazas donde es mencionado. Cuál es el peso de los que están detrás de esos ataques, qué pretenden y cuáles son las motivaciones son temas que están ahora mismo bajo análisis de la Justicia. 

La explicación más sencilla y más primaria apunta contra líderes carcelarios que ven cómo sus privilegios, los mismos que le permitían manejar ilícitos desde la cárcel, están cambiando su lógica con el nuevo Gobierno. Es, sin embargo, apenas una línea superficial del análisis. Los fiscales que investigan deberán ir más allá para conocer los entretelones de una práctica que, por lo pronto, genera la avidez de los medios nacionales. No existen gobernadores que sean amenazados con recurrencia y en forma directa. Es parte de lo que genera una ciudad a la que se aborda, en general, cuando suceden esta clase de episodios. 

Mientras las balas y la sangre son material que alimenta el morbo de las audiencias, hay una pulseada más subterránea. Que tiene una ligazón directa con la seguridad. La cuerda que une a Pullaro con Patricia Bullrich se tensó en las últimas semanas. El manejo del Comando Conjunto que integran fuerzas policiales de la provincia y de la Nación había generado algún roce cuando se pensó la idea. 

El gobernador aspiró, desde un primer momento, a ser quien comande a las tropas federales que envía el ministerio de Seguridad. Para Bullrich eso es inaceptable, por lo que finalmente concedieron compartir ese manejo. 

El nuevo capítulo que provocó chispas apunta a la conducción del Centro Federal Penitenciario Litoral Argentino, que desde hace una década se construye en Coronda. Pullaro propuso terminar el proyecto, avanzado casi en un 90%, y hacerse cargo de él para alojar a los detenidos por causas federales que abonan a la superpoblación de las cárceles santafesinas. Desde Nación descartaron esa posibilidad. El enojo en la Casa Gris es indisimulable. De todas maneras, primará la cordura. No es tiempo de generar una pelea. No en un área clave, sensible y con un tema que tiene en vilo a la sociedad.  

Pullaro, en el Ómnibus de una ley en disputa

El segundo foco que alumbró al gobernador santafesino, y que le permitió ubicarse como una figura de una oposición que por momentos juega cerca del oficialismo y de a ratos se aparta para señalar sus errores, se encendió con las negociaciones para sacar adelante la Ley Ómnibus reclamada por el presidente Javer Milei.

Pullaro se instaló en el Congreso para hacer lobby en contra de las retenciones y a favor de la industria del biocombustible. Peleó hasta públicamente con el ministro de Economía, Luis Caputo.

Al final, celebró que el capítulo fiscal fuera retirado. Pero de inmediato sentó a sus ministros a hacer cuentas. Sabe que nada es gratuito y  que Caputo cobrará venganza con recortes profundos que pagarán, entre otras, las provincias. La poda, estiman, alcanzará a programas de educación, de asistencia social, a la obra pública y a los subsidios al transporte. Una poda millonaria que, moderan en la Casa Gris, la provincia está en mejores condiciones de afrontar que otras jurisdicciones. 

En todo caso, más allá de los números, Pullaro aprovechó la ola de la Ley Ómnibus para subirse a un carro que comparten referentes nacionales de distintas tribus. Con un Gobierno y una oposición que están fraguando sus estructuras después de la elección presidencial de noviembre, hay nombres que por el peso de su cargo pueden tener un lugar en la mesa chica de las decisiones. Sólo deben acompañar ese lugar poniendo el cuerpo y empujando decisiones. Pullaro parece dispuesto a involucrarse en esa rueda. Hay carreras que se proyectan a diario.  

La política esa cosa de todos los días

Aunque el tiempo para que vuelvan a definirse autoridades es tan amplio como los problemas que afronta Argentina, en política nadie deja de tejer. Es una práctica cotidiana. Lo hace Pullaro y lo hacen todos. Incluso, los que están fuera del poder. Un ejemplo claro es el del ex Jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. Esta semana estuvo en Rosario. Compartió una reunión con Pablo Javkin y con el Gabinete de Pullaro. Estuvo, claro, el gobernador. Fueron aliados en el pasado reciente y parece que el futuro los encontrará juntos. Es otro paso del radical para romper las fronteras de la provincia y mostrarse como interlocutor en la escena nacional. Con la foto y con el encuentro, Pullaro le tiende una mano a Larreta, hoy en el llano. Pero el dirigente del PRO también exhibe al gobernador como una figura de peso. Es un cónclave con el que se retroalimentan. 

Hay todo un entramado detrás de ese retrato. Lo primero que vale decir: ambos se acompañaron desde los tiempos en que uno aspiraba a la presidencia y el otro a conducir la provincia. Larreta llegó a pesar incluso en la elección de Gisela Scaglia, actual vicegobernadora. La dirigenta del PRO es una pieza leal a Larreta. El futuro, en ese momento, estaba lleno de dudas. Uno, Pullaro, sorteó el desafío con éxito. El otro cayó derrotado en la interna por Bullrich y se llamó a silencio. Hasta ahora, que decidió empezar a construir puentes para detener el avance de Mauricio Macri. El ex presidente está dispuesto a presidir el partido que él mismo creó. No es un berretín por dominar lo que considera suyo. Hay algo más: el ex presidente pretende tener el poder de un espacio que, elucubra, será vital para sostener la gobernabilidad de Milei. 

Larreta hace tiempo se paró en la vereda contraria de Macri. Tampoco le agradan los modos de Milei. Empieza, entonces, a construir una fuerza que le sirva en la interna partidaria, pero también a futuro para pensar una oposición que no esté cooptada por los libertarios, pero que tampoco sea funcional al kirchnerismo. Una tarea nada sencilla. En ese tránsito figuras como la de Pullaro le suman. El radical ve con buenos ojos la construcción de un proyecto que lo cobije, por ejemplo, junto a Larreta y a su referente nacional, Martín Lousteau. Para aspirar al poder deberán sumarse muchos otros, claro. Es parte de una trama compleja, que debe trabajarse con rigurosidad, que asoma fatigosa y en la que quizás podría verse –o no– algún resultado a muy largo plazo. 

En cualquier caso es una construcción diaria, en la que nadie puede quedarse dormido, una tarea que por otra parte no asoma sencilla: motivos para perturbarse y tener pesadillas se acumulan a diario en este país.  

CONTENIDO EXCLUSIVO PARA SUSCRIPTORES.

Si querés ser protagonista de los Negocios necesitás información.
Si estás acá es porque necesitás esta información.

SUSCRIBITE

Por asesoramiento personalizado o consulta de Planes Corporativos escribinos a suscripcion@puntobiz.com.ar. Whatsapp al 3415034363.

Más info

Lo que tenés que saber de Política

Las más leidas

Además

La sesión de tu cuenta se cerro por exceso de usuarios.

¿Querés recibir notificaciones de alertas?